El aseo, en la persona,
es cosa muy importante
entre todas las faenas
que diariamente hase
todos los días la quente,
y en camás de los camases
habrá ascusa que li valga
pa poder regateyarle
el tiempo que necesita,
per borrachos y per grandes
que sean nuestros negocios
y la atensión que reclamen.

Cuando vayas á la cama
por la noches á acostarte,
retírate silencioso
sin rotar ni soltar gases,
que á veses son estruendoso
y alarman por detonantes,
que es cosa muy indesente,
incivil y hasta insultante,
soltar esos desahogos
por salva sea la parte,
mucho más si duermes serca
de quente de sierta clase.

En después que te desnudes,
es cosa muy saludable
el haser aguas menores,
pera no tener que alsarte
á media noche corriendo
y no encontrar orinales

Al ir á entrar en la cama
cuidarás de santiguarte,
dirás el “Con Dios m´ acuesto”
y si t'acuerdas del Anquel
de la Guarda, pues li resas
el verzito que tú sabes.

Cuando ya estés en la cama,
procurarás no rascarte,
ni limpiarte con las manos
eso que suele criarse
entremedio de los dedos
de los pies; qu´ es repugnante,
per muy limpios que los lleves,
esa aulorita á formache
de Gruller, que siempre decan
y tanto tarda en marcharse.
Esta acción tan reindesente
debe además evitarse,
por el peligro que corre
quien tal susiedades ase,
si se toca las narices,
de que li salga algún cánser

No deques los calcetines
serca de tú, porque asen
sierta pudor muy malsana
y pera que no te dañe,
conviene que en la barrita
d´una silla algo distante
de la cama, se ventilen
y el suor vaya secándose.