El Castillo de Santa Bárbara se encuentra ubicado en el centro de la ciudad de Alicante, sobre el monte Benacantil, de 166 metros de altura y que domina la bahía de la ciudad, lo que le confería un enorme valor estratégico en tiempo de guerra. Los orígenes de la fortaleza se remontan al siglo IX, aunque no adquiriría su nombre hasta la conquista de Alicante por Alfonso X de Castilla el 4 de diciembre de 1248, día de la festividad de Santa Bárbara.

En 1296, tras la toma de Alicante por el rey Jaime II y su reintegración dentro del Reino de Valencia, el castillo es remodelado, siendo reconstruido posteriormente por el rey Pedro II de Valencia, y IV de Aragón. En 1562 Juan Coloma y Cardona, alcaide del castillo, inicia la construcción de las dependencias del mismo, dándole la forma que hoy presenta. En 1963 decidió abrirse al público, instalándose un par de ascensores para mejorar el acceso y una sala de exposiciones.

El castillo se divide en tres recintos: El más alto y antiguo, llamado "La torreta" por presentar la torre del homenaje (estructura central de los castillos medievales); el intermedio, que corresponde a las dependencias de 1580, con el "Salón de Felipe II" o la "Sala de la reina"; y el inferior, del siglo XVIII, en el que puede admirarse el escudo de mármol del Real Consulado del Mar.