EL REINO Y TÚ

Augusta Madre y Señora
de esta Patria Valenciana
¡Dulce Virgen labradora!
siempre y siempre... ¡Soberana!

Yo soy la Plana amorosa,
la castellonense tierra
que a tu Valencia gloriosa
hermanándose se aferra.

Y soy la huerta de Orihuela
que habla en flor de almendro
cual paloma que revuela
por el alicantino vergel.

Soy... ¡Madre de la Clemencia!
por un mandamiento de Dios,
tu Reino de Valencia
que al hombro... hoy lleva una cruz.

Yo no conozco más banderas
que nuestra invicta Señera
y en el Cenia levanto fronteras
frente a histérica quimera.

Soy quien hoy viene a tus pies
¡Virgen, madre y valenciana!
para hablarte de los jueus
que rompen la paz hermana.

Soy Sorolla y Blasco Ibáñez,
Jofré, Serrano y Giner
y el que frente a gordas patrañas
aún se siente Palleter.

Soy aquel que a Ti te corona
en el viejo puente del Real.
Soy quien emocionado se da
por vos ¡Madre celestial!

Quien se hace pensil en flor
cuando sales Tú por la calle
y quien en la garganta tiene el corazón
para aclamarte con anhelo.

Soy Francisco de Vinatea
y el padre Vicente Ferrer,
hasta quien un manicomio creó
¡el primero del mundo entero!

Quien te creó la Cofradía
de náufragos y ajusticiados
y engrandeció tu Obra Pía,
¡Madre de los Desamparados!

Quien en la Misa de Infantes
se eleva en la lengua madre,
la lengua que vengo hablando
desde que la creó el Padre.

La de Ausias, la de Fullana,
la que en la Academia ha estado,
la que es de oro y valenciana,
¡Madre de los Desamparados!

La de cantatas y albadas,
Misterio de Elche, l'u i el dos,
la de loas i trobas,
la del siglo victorioso.

La que en su vientre las madres
a los hijitos suelen hablar,
la que Tú y Tú nos diste
al parir este solar.

La que en el Portal de Valldigna
es impresa en tu honor
y Cervantes creyó digna
de la más noble dulzor.

Peregrina en Les Useres,
novia en el Tirant lo Blanch,
canción de trillado en les eras,
y lloro de nuestra sangre.

Voz divina del Misterio,
luz del Cisma de Occidente,
de los Borjas vocabulario
y... ¡Alma de San Vicente!

Hoy a tus pies me tienes postrado,
solo por la lengua abogando.
¡Madre de los Desamparados,
habla y dime hasta cuando!

Aviva el fuego de las glorias
de esta habla soberana.
Haz ondear las victorias
de la Lengua Valenciana.

Háblala Tú, ¡Buena Madre!
llévala al oido de los sordos,
y si alguno no te escuchase
pregúntale si está muerto.

Que la verdad ahogue
a quien dude su existencia
y a todo quien de ella reniegue
niégale el cielo de Valencia.

Y al inmigrante bien recibido
si la historia quiere negar
dile que es de bien nacidos
aprender a respetar.

Por todas partes rebrotan Palleters
que proclaman saber más que nadie
cuando solo la justa ciencia y el saber
está en las manos de Dios y la tienes Tú.

Danos la humildad de tu rosal,
sendas del entretenimiento y fuego de amor.
¡Queremos el púlpito de Vicente Ferrer
para volver el infierno en hermandad!

Quiero luz a quien no ve y oído al sordo,
palabras para aquél que incluso muerde,
claridad al buen hermano que perdió el norte
y al que harto de poder... hasta se ahoga.

Sécame de los ojos el lloro.
¡Mírame mareta a la cara:
Sepas que el Reino no muere
y la lengua... nunca ni ahora!

Valencia solo tiene un pecado,
pecado de ser noble y buena,
pues que la sangre ha dado
y la niegan... ¡Santa Dona!

¡Abrázanos Santa Madre:
hasta la muerte somos soberanos
y te juramos por Ti y por el Padre
que moriremos valencianos!