Seguro que has oído hablar en alguna ocasión de la expresión "A la luna de Valencia", que según el diccionario de la RAE, indica textualmente "Frustradas las esperanzas de lo que se deseaba o pretendía. Dejar, quedarse a la luna de Valencia".

El escritor y periodista valenciano Vicente Vidal Corella (1905 - 1992), en su libro "La Valencia de otros tiempos: Tipos, costumbres, fiestas y tradiciones", cita a antiguos cronistas que atribuyen su origen a que, cuando sobrevino la expulsión de los llamados “moriscos”, ocurrió que “se acumuló tal avalancha de éstos en las playas valencianas, que no hubo bastantes naves para todos, prometiendo los marineros a los que quedaban que, una vez realizado el primer viaje y desembarco en África, volverían a por ellos. Y allí quedaron los “moriscos”, “a la luna de Valencia”, esperando que cumplieran su palabra los marineros”.

Y menciona también la más popular interpretación, cuando Valencia vivía encerrada en sus murallas, al caer la tarde y por motivos de seguridad, se cerraban todas las puertas de la ciudad, de las que actualmente solo conservamos en pie, las de Quart y las de Serranos; únicamente la Puerta del Real, que conducía al desaparecido Palacio del Real, aguardaba a los rezagados nocturnos para entrar en la población, cerrándose a las diez de la noche, por lo que quienes llegaban después de esa hora de “queda” se quedaban fuera, a la intemperie... de “la luna”, y ya no podrían entrar hasta el día siguiente.

Aunque podría ser válida cualquiera de las dos interpretaciones, nosotros nos inclinamos por esta última, ya que es bastante más razonable que haya podido llegar hasta nuestros días.


"A la luna de Valencia" está extraída del álbum "Sometimes I dream", un buen trabajo del tenor griego Mario Frangoulis; la pieza fue compuesta en 2002 por José María Cano, músico y compositor madrileño del grupo Mecano, posee una letra breve pero simpática, bien armonizada y mejor interpretada si cabe, sin duda deberías escucharla... vamos... ¡Si no quieres quedarte a la luna de Valencia!