El dibujante, ilustrador y pintor Jaime Brocal fue uno de nuestros dibujantes más importantes, a nivel mundial, pionero en el género de la fantasía heroica, y máximo exponente en este género entre los dibujantes españoles. Autor de formación clásica y caracterizado por el barroquismo de su estilo, nos ha dejado una larga lista de creaciones que abarcan los más diversos estilos: El terror, el romanticismo, la obra biográfica, el cómic humorístico...


Jaime Brocal Remohí nace en la ciudad de Valencia, el 11 de junio de 1936. En 1954 se inicia en el mundo del cómic, participando con historietas cómicas como "Orejitas y Conchi" o "Los cuentos de Triblin", que publica en las revistas "Peques", "Rigoberto Solo", "Don Homobono", "Lirio" y "Leyenda y fantasía". También publica algunos cómics románticos en las colecciones "Lili y Cascabel" (1956-58) y "Camelia" (1957).

Pronto se decanta por las historietas de corte más realista, realizando, para Editorial Valenciana, varias adaptaciones de novelas de aventuras: "De la Tierra a la Luna", "Un capitán de quince años" e "Ivanhoe", que se publicarían dentro de las colecciones "Selección de aventuras ilustradas" y "Adaptación gráfica para la juventud". En 1959 colabora en la colección de westerns "Hazañas del Oeste", y en la serie "Duwarín", que se publicaría en varios almanaques de "Pacho Dinamita" y de "Tony y Anita".


En 1960 se adentra en el mundo de la fantasía heroica, creando, junto a Sesén y Mariano Hispano, "Katán"; este se convertiría en su personaje más célebre, siendo publicado posteriormente en Inglaterra y Francia. Desde entonces comenzó a trabajar principalmente para el mercado extranjero, desarrollando su estilo suelto y generoso con la tinta; así, nacerían "Ögan", cómic de fantasía vikinga, para el mercado francés; o "Janus Stark", bélico, publicado en Inglaterra. También colaboraría en varios episodios del popular cómic escandinavo "Nya Helgonet" (El santo).

Durante los setenta, comienza a colaborar en las páginas de las famosas revistas de cómic fantástico "Creepy" y "Eerie", con un estilo oscuro, influido por el uruguayo Alberto Breccia ("Ernie Pike", "El eternauta", "Los mitos de Cthulu"...). Por otra parte, continúa con su género estrella, la fantasía heroica, publicando en las revistas "Trinca" y "Blue Jeans" la serie de espada y brujería "Kronan", basado en su "Katán", pero con ciertas reminiscencias de "Conan". Crea también otros dos bárbaros: "Taar, el rebelde", en colaboración con el francés Claude Moliterni; y "Arcane", bárbaro con poderes del que es responsable tanto del dibujo como del guión.



En las décadas de los 70 y 80 vuelve a trabajar en adaptaciones de clásicos literarios y biografías, surgiendo así "El último mohicano" (1976), "Lawrence de Arabia" (1983) o "Ghandi" (1986), así como las nuevas aventuras de Tarzán, por encargo de los herederos de Edgar Rice Burroughs, creador del personaje. Es contratado también para dibujar las nuevas aventuras de "El capitán Trueno", que Ediciones B estaba preparando, pero finalmente la idea no fraguó.