Alrededor de 1790, el valenciano Vicente Martín y Soler fue el compositor más querido por el gran público europeo, el predilecto de la mayoría de los oyentes, a pesar de que Haydn, Mozart y Beethoven estaban vivos y en plena producción; hecho que se constataba principalmente en Viena, donde residían estos grandes maestros del clasicismo. y también en los grandes centros operísticos de Italia, Inglaterra, Alemania y Francia.

En la Comunidad Española, aunque tal vez el público en general no compartiera esa predilección, la familia real elegía reiteradamente sus óperas para celebrar acontecimientos festivos.

Aunque Martín y Soler cultivó muchos de los géneros vocales en boga durante la segunda mitad del siglo XVIII (ópera seria, oratorio, opéra comique, opera komicheskaya rusa, cantata, serenata, canción) y cosechó muchos aplausos por sus numerosas composiciones para ballet, fue sin duda a través de la ópera bufa en italiano como conquistó el corazón de los melómanos de todo el continente.

Pero fueron los años vieneses (1785-1788) los que constituyeron el periodo dorado en la vida de Martín y Soler, que no tardó en ganarse el favor del público austriaco. Coincidiendo en la capital vienesa con Mozart, según explica De Matteis, «Había muy buena relación entre ellos, debían de tener un carácter parecido», llegando Mozart a homenajear al valenciano en "Don Giovanni", al incluir un fragmento de "Una cosa rara" en un momento en que los protagonistas están escuchando las melodías de éxito del momento.

En particular, tres de sus obras tuvieron un éxito tal, como para generar modas en el vestir y expresiones idiomáticas que entraron en el lenguaje común: Una cosa rara (Viena, 1786), L’arbore di Diana (Viena, 1787) y La capricciosa corretta, también conocida como La scuola dei maritati (Londres, 1794).

Fuentes:

Leonardo J. Waisman

Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina

http://valencians.info/

Teatro del Hermitage, en San Petersburgo (Rusia), siglo XVIII,

Biografia publicá en el numero 3 de la revista Rogle, en decembre de 2006, per J.P.B.

Enguany es commemora el 200 aniversari de la mort del mes gran compositor valencià de tots els temps, Vicent Martín i Soler (Valencia, 1754 - San Petersburc, 1806).

Començà cantant com a chiquet del Cor de la Seu, a on son pare era tenor.

Cap a 1770 arriba a Madrit. Alli tingue els seus primers exits, conegue a Olivia Masini, en qui es casà, i fon nomenat compositor oficial de la Cort.

Des del principi es decanta per les operes d’estil italia. Viaja al breçol d’eixe genero, a Italia, en 1778. Napols, Turi, Venecia, Parma... veren l’estrena de les seues obres (ballets i operes, principalment). Els encarrecs li plouen i creix la seua fama.

En 1785 s’instala en Viena, a on coneix al llibretiste Lorenzo da Ponte, en qui compon: “Il burbero di buon cuore”, “Una cosa rara” i “L’arbore di Diana”; exits clamorosos que es representaren per tota Europa.

Rivalisà en popularitat en el mateix Mozart, en qui comparti llibretiste –da Ponte–, influencies musicals mutues, i una bona amistat.

La fama de que goja fa que en 1788 viage, convocat per Caterina II, a San Petersburc, a on compondra noves operes i ballets.

Despres d’un parentesis en Londres, a on arriba cridat pel seu amic da Ponte, i a on estrena dos obres, torna a Russia. Pero, marginat a rant de la pujá al tro d’Alexandre I -que preferia l’opera francesa-, es retirarà de la Cort, i compondra ya molt poc, dedicantse a l’ensenyança.

En 1805, un any abans de fallir, compongue la seua ultima obra, la “Gran Salve” a la Mare de Deu dels Desamparats.

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Biografía publicada en el número 3 de la revista Rogle, en diciembre de 2006, por J.P.B.